Ricardo Barkala llevará el timón del Urbanismo en Bilbao los próximos cuatro años con pulso fuerte, una secuela de sus años de capitán de barco que le enseñaron a sortear tempestades con iniciativas. Ante la actual crisis quiere aprovechar el ladrillo para generar empleo.
Ricardo Barkala, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Bilbao (J.M. Martínez)
Bilbao. La llegada al Área de Urbanismo ha supuesto a Ricardo Barkala tener sobre la mesa cada día diez o doce problemas urgentes o conflictivos que resolver, la actividad normal del departamento, de mucho calado, y la estrategia del diseño de ciudad, lo que se hace de una forma planificada, consensuada... Todos son hijos del área y a todos atiende con la misma dedicación y empeño. En su proyecto de ciudad, Ricardo Barkala aprovecha las sinergias de su paso por otras concejalías y está dispuesto a aplicar los buenos proyectos de Acción Social para poner el ladrillo al servicio de los ciudadanos y trasladará su operación para generar actividad económica en Bilbao La Vieja de sus años en Lan Ekintza, a los locales de Viviendas Municipales.
Cambia usted las personas por el ladrillo. ¿Cómo afronta el paso de Acción Social a Urbanismo?
Poniendo el ladrillo a disposición de las personas, que es el objetivo que nos ha trasladado el alcalde y que compartimos todos. El urbanismo también tiene que hacer un esfuerzo y dar una vuelta de tuerca para generar actividad económica, favorecer la actividad empresarial, en definitiva generar empleo. El urbanismo siempre ha estado en esa clave, pero no es lo mismo definir la ciudad en una época de bonanza, que en estos momentos, con los nuevos retos de la ciudad y las necesidades de las personas que ahora están claramente preocupadas por el desempleo. Hay que darle una vuelta de turca a través de análisis de ordenanzas, las formas de planificar, hay que facilitar la vida a los ciudadanos y agilizar sus gestiones.
¿Cuál es la idea de ciudad que le gustaría plasmar en su gestión de estos próximos años?
En lo que se refiere a las áreas de oportunidad: punta de Zorrotza, Zorrotzaurre o el mismo Bolueta, el modelo de diseño que estamos impulsando es una mezcla de usos: residencial, actividad económica y equipamiento. Que la ciudad no se distribuya por guetos ni sectores. Que en una cercanía las personas trabajen, vivan y disfruten del ocio. Este es el gran concepto de ciudad que queremos que sea el eje central del diseño.
Zorrotzaurre ya están dando los pasos para ejecutar el plan de Zaha Hadid. ¿Qué se ha hecho en punta de Zorrotza?
A nivel de diseño hay varias opciones aunque parece que todo el mundo se inclina por una de ellas. Pero es a nivel de dibujo gordo. Tendrá una superficie residencial, vivienda libre y vivienda de VPO y un parque empresarial. Esa es la línea. Ahora mismo estamos a punto de adjudicar los cuatro estudios preceptivos que se tienen que hacer para aprobar el plan concreto. Calculo que esos estudios llevarán algo más de un año de elaboración, y supongo que a finales de 2013 estaremos en disposición de ubicar allí las empresas. Los contactos ya se han hecho, pero hay que tener en cuenta que una empresa no se traslada de un día para otro, necesita su tiempo.
¿Cuántas empresas podría albergar el vivero de Zorrotza?
Depende del tipo de actividad económica, ahora estamos definiendo los volúmenes.
¿El desarrollo del plan que regenere Zorrotza va a contar con una arquitectura de autor como parece ser la tendencia en Bilbao en los espacios de oportunidad?
No, en principio no. Esa ha sido una apuesta de Bilbao y nos ha ido bien, porque además proyecta una imagen atractiva de la ciudad en el exterior. Otra cosa es que hay zonas como Zorrotzaurre, en las que sí merece la pena que una arquitecta como Zaha Hadid marque su impronta, pero la actuación más concreta de punta de Zorrotza es una prolongación de este espacio.
¿Le quedan a Bilbao zonas de oportunidad donde continuar su extensión de ciudad?
Aparte de estos espacios como Zorrotzaurre, Punta de Zorrotza o Bolueta está la rehabilitación de las zonas más consolidadas donde también se puede implementar la mezcla de usos. Hay que ampliar las zonas que tiene Bilbao, pero también hay que poner en valor las zonas consolidadas históricas. Ahí tendremos que trabajar en ayudas a las reformas, rehabilitaciones y por supuesto seguir trabajando en el gran espacio de recuperación que es la ría.
¿Se podría decir que Bilbao, prácticamente, ha tocado techo desde un punto de vista de construcción?
Si algún problema tiene Bilbao, desde luego, es por un lado la superficie y, por otro, la orografía del terreno. El desarrollo futuro tendrá que venir más desde el concepto de metrópolis. Está claro que el núcleo urbano en el que se tienen que centrar muchas de las actividades que se pongan en marcha a partir del futuro tiene que abarcar el millón y medio de habitantes.
En estos momentos se está revisando el Plan General de Ordenación Urbana, ¿ha podido usted hacer una introspección dentro del área y aportar sus propios criterios urbanísticos o es prematuro?
La revisión del PGOU está en el nivel más incipiente. La forma de pensar y las necesidades del 95 no son las mismas ahora, por tanto tiene que haber otra forma de diseñarlo. Por otro lado, un Plan General no deja de ser pensar en una ciudad del futuro desde todas las aristas. Hay que recoger las aportaciones de vecinos, arquitectos, comerciantes, políticos... gente de todos los extractos sociales. Tiene que ser una ciudad que en distancias cortas ofrezca, vivir, trabajar, disfrutar del ocio, las compras, que tenga equipamientos. Que favorezca al pequeño comercio y a la hostelería porque eso da vida y personalidad a la ciudad.
¿Se va a incidir desde el Ayuntamiento en el abaratamiento de las viviendas, no solo por el nivel de paro, sino también para que Bilbao no se convierta en una ciudad dormitorio?
Debemos evitar que Bilbao se convierta en una ciudad dormitorio exclusivamente. No queremos que sea una urbe donde la gente venga a trabajar pero que no viva. Ahora mismo existen herramientas de gestión política para evitar que esto ocurra. Por ejemplo, en viviendas municipales se están haciendo varias promociones de vivienda pública, también se están construyendo apartamentos para jóvenes. Es una forma de influir en el precio más allá de la pura realidad machacante de la crisis que estamos soportando. El hecho de introducir vivienda tasada también es una manera de influir en la permanencia de los colectivos de jóvenes. Hay que potenciar que la gente de Bilbao, sus hijos y sus nietos permanezcan en la ciudad.
¿Cuándo va a tener Bilbao el nuevo Plan General que marque las líneas futuras?
Personalmente no tengo prisa en terminarlo, sino en que esté bien, aunque eso implique que se tarde dos años más. Prefiero dar pasos de elefante, pero seguros, consolidados. No me apuran los plazos porque ya tenemos un plan, con las modificaciones que hemos tenido que hacer y con las que sean precisas a partir de ahora, pero tenemos un instrumento de ordenación.
¿Tiene usted alguna idea para el parque de viviendas municipales que tiene Bilbao y sus locales comerciales?
Claramente vamos a terminar con las viviendas municipales que están en proceso. Hay cuatro o cinco promociones en estos momentos y una de mis obsesiones es, y vuelvo a la actividad económica y a la idea de generar empleo, intervenir en los locales comerciales. Queremos vender todo el patrimonio de locales y lonjas comerciales que tiene Viviendas Municipales a la actividad empresarial. Que las personas que están alquiladas lo adquieran y apuesten por el barrio y por su negocio. Y los locales que queden libres tratar de atraer actividades económicas favoreciendo la compra de esos locales para que se active la economía.
Esta idea que propone es parecida a aquella iniciativa que puso usted en marcha en Bilbao La Vieja cuando estuvo al frente de Lan Ekintza, ¿no?
Sí, es un proyecto a imagen y semejanza de lo que hicimos en Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala. En este caso ya tenemos los locales porque son parte del parque de viviendas municipales, ahora se trata de que con herramientas similares a las que se utilizaron en Bilbao La Vieja se les ofrezca que los adquieran. Bien mediante alquileres con opción de compra a los cinco años de ocupación del local, o impulsando determinados negocios que contribuyan a generar actividad económica en ese entorno.
¿Es importante el volumen de locales de comercios con los que cuentan?
Sí, sí. Algunos están alquilados, pero hay bastantes vacíos.
Fuente: Deia.com
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Poniendo el ladrillo a disposición de las personas, que es el objetivo que nos ha trasladado el alcalde y que compartimos todos. El urbanismo también tiene que hacer un esfuerzo y dar una vuelta de tuerca para generar actividad económica, favorecer la actividad empresarial, en definitiva generar empleo. El urbanismo siempre ha estado en esa clave, pero no es lo mismo definir la ciudad en una época de bonanza, que en estos momentos, con los nuevos retos de la ciudad y las necesidades de las personas que ahora están claramente preocupadas por el desempleo. Hay que darle una vuelta de turca a través de análisis de ordenanzas, las formas de planificar, hay que facilitar la vida a los ciudadanos y agilizar sus gestiones.
¿Cuál es la idea de ciudad que le gustaría plasmar en su gestión de estos próximos años?
En lo que se refiere a las áreas de oportunidad: punta de Zorrotza, Zorrotzaurre o el mismo Bolueta, el modelo de diseño que estamos impulsando es una mezcla de usos: residencial, actividad económica y equipamiento. Que la ciudad no se distribuya por guetos ni sectores. Que en una cercanía las personas trabajen, vivan y disfruten del ocio. Este es el gran concepto de ciudad que queremos que sea el eje central del diseño.
Zorrotzaurre ya están dando los pasos para ejecutar el plan de Zaha Hadid. ¿Qué se ha hecho en punta de Zorrotza?
A nivel de diseño hay varias opciones aunque parece que todo el mundo se inclina por una de ellas. Pero es a nivel de dibujo gordo. Tendrá una superficie residencial, vivienda libre y vivienda de VPO y un parque empresarial. Esa es la línea. Ahora mismo estamos a punto de adjudicar los cuatro estudios preceptivos que se tienen que hacer para aprobar el plan concreto. Calculo que esos estudios llevarán algo más de un año de elaboración, y supongo que a finales de 2013 estaremos en disposición de ubicar allí las empresas. Los contactos ya se han hecho, pero hay que tener en cuenta que una empresa no se traslada de un día para otro, necesita su tiempo.
¿Cuántas empresas podría albergar el vivero de Zorrotza?
Depende del tipo de actividad económica, ahora estamos definiendo los volúmenes.
¿El desarrollo del plan que regenere Zorrotza va a contar con una arquitectura de autor como parece ser la tendencia en Bilbao en los espacios de oportunidad?
No, en principio no. Esa ha sido una apuesta de Bilbao y nos ha ido bien, porque además proyecta una imagen atractiva de la ciudad en el exterior. Otra cosa es que hay zonas como Zorrotzaurre, en las que sí merece la pena que una arquitecta como Zaha Hadid marque su impronta, pero la actuación más concreta de punta de Zorrotza es una prolongación de este espacio.
¿Le quedan a Bilbao zonas de oportunidad donde continuar su extensión de ciudad?
Aparte de estos espacios como Zorrotzaurre, Punta de Zorrotza o Bolueta está la rehabilitación de las zonas más consolidadas donde también se puede implementar la mezcla de usos. Hay que ampliar las zonas que tiene Bilbao, pero también hay que poner en valor las zonas consolidadas históricas. Ahí tendremos que trabajar en ayudas a las reformas, rehabilitaciones y por supuesto seguir trabajando en el gran espacio de recuperación que es la ría.
¿Se podría decir que Bilbao, prácticamente, ha tocado techo desde un punto de vista de construcción?
Si algún problema tiene Bilbao, desde luego, es por un lado la superficie y, por otro, la orografía del terreno. El desarrollo futuro tendrá que venir más desde el concepto de metrópolis. Está claro que el núcleo urbano en el que se tienen que centrar muchas de las actividades que se pongan en marcha a partir del futuro tiene que abarcar el millón y medio de habitantes.
En estos momentos se está revisando el Plan General de Ordenación Urbana, ¿ha podido usted hacer una introspección dentro del área y aportar sus propios criterios urbanísticos o es prematuro?
La revisión del PGOU está en el nivel más incipiente. La forma de pensar y las necesidades del 95 no son las mismas ahora, por tanto tiene que haber otra forma de diseñarlo. Por otro lado, un Plan General no deja de ser pensar en una ciudad del futuro desde todas las aristas. Hay que recoger las aportaciones de vecinos, arquitectos, comerciantes, políticos... gente de todos los extractos sociales. Tiene que ser una ciudad que en distancias cortas ofrezca, vivir, trabajar, disfrutar del ocio, las compras, que tenga equipamientos. Que favorezca al pequeño comercio y a la hostelería porque eso da vida y personalidad a la ciudad.
¿Se va a incidir desde el Ayuntamiento en el abaratamiento de las viviendas, no solo por el nivel de paro, sino también para que Bilbao no se convierta en una ciudad dormitorio?
Debemos evitar que Bilbao se convierta en una ciudad dormitorio exclusivamente. No queremos que sea una urbe donde la gente venga a trabajar pero que no viva. Ahora mismo existen herramientas de gestión política para evitar que esto ocurra. Por ejemplo, en viviendas municipales se están haciendo varias promociones de vivienda pública, también se están construyendo apartamentos para jóvenes. Es una forma de influir en el precio más allá de la pura realidad machacante de la crisis que estamos soportando. El hecho de introducir vivienda tasada también es una manera de influir en la permanencia de los colectivos de jóvenes. Hay que potenciar que la gente de Bilbao, sus hijos y sus nietos permanezcan en la ciudad.
¿Cuándo va a tener Bilbao el nuevo Plan General que marque las líneas futuras?
Personalmente no tengo prisa en terminarlo, sino en que esté bien, aunque eso implique que se tarde dos años más. Prefiero dar pasos de elefante, pero seguros, consolidados. No me apuran los plazos porque ya tenemos un plan, con las modificaciones que hemos tenido que hacer y con las que sean precisas a partir de ahora, pero tenemos un instrumento de ordenación.
¿Tiene usted alguna idea para el parque de viviendas municipales que tiene Bilbao y sus locales comerciales?
Claramente vamos a terminar con las viviendas municipales que están en proceso. Hay cuatro o cinco promociones en estos momentos y una de mis obsesiones es, y vuelvo a la actividad económica y a la idea de generar empleo, intervenir en los locales comerciales. Queremos vender todo el patrimonio de locales y lonjas comerciales que tiene Viviendas Municipales a la actividad empresarial. Que las personas que están alquiladas lo adquieran y apuesten por el barrio y por su negocio. Y los locales que queden libres tratar de atraer actividades económicas favoreciendo la compra de esos locales para que se active la economía.
Esta idea que propone es parecida a aquella iniciativa que puso usted en marcha en Bilbao La Vieja cuando estuvo al frente de Lan Ekintza, ¿no?
Sí, es un proyecto a imagen y semejanza de lo que hicimos en Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala. En este caso ya tenemos los locales porque son parte del parque de viviendas municipales, ahora se trata de que con herramientas similares a las que se utilizaron en Bilbao La Vieja se les ofrezca que los adquieran. Bien mediante alquileres con opción de compra a los cinco años de ocupación del local, o impulsando determinados negocios que contribuyan a generar actividad económica en ese entorno.
¿Es importante el volumen de locales de comercios con los que cuentan?
Sí, sí. Algunos están alquilados, pero hay bastantes vacíos.
Fuente: Deia.com
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