Cuando nos duchamos, ponemos una lavadora o simplemente fregamos, el agua que utilizamos accede a las canalizaciones de aguas residuales a una cierta temperatura. Acaso, ¿quién no ha visto alguna vez salir vapor de las tapas de alcantarilla? Sin embargo, pocas veces nos hemos parado a pensar que bajo nuestros pies hay un importante potencial calorífico de fácil aprovechamiento energético para el que día a día surgen novedosas técnicas. Por ejemplo, existen sistemas de intercambiadores de calor que permiten recuperar la energía térmica de las aguas residuales contenidas en los colectores de alcantarillado para reinyectarla en los sistemas de calefacción, refrigeración y agua caliente de edificios residenciales, complejos u oficinas.
Aunque todavía esta tecnología no está muy desarrollada en España, existen centenares de casos en Alemania, Suiza y Francia que demuestran la fiabilidad de estos sistemas.
Según datos del grupo Redsidual,
que comercializa en España el sistema Therm-Liner, el poder calorífico de las aguas residuales oscila entre 18 y 22 grados, dependiendo de la profundidad de los conductos por donde discurren. Es esta una temperatura suficientemente alta para poner en funcionamiento una bomba de calor, pero tienen que darse otros condicionantes que posibiliten la recuperación de esta energía térmica. Así, los edificios deben estar ubicados cerca de la fuente energética, con una demanda de calefacción y agua caliente sanitaria de 150 Kw. a aproximadamente 2 Mw., de manera que permita la instalación de un intercambiador de calor.
El aprovechamiento de las energías contenidas en las aguas residuales reduce hasta un 40% las emisiones de CO2 a la atmósfera, convirtiéndose además en una opción rentable y ecológica en comparación con otros sistemas de calefacción convencionales. En contra citaremos el lento desarrollo que la tecnología al servicio de esta fuente de energía con futuro está teniendo en nuestro país.
Fuente: pisos.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario