Una decena de escaladores pinta parte del cableado de la estructura de color Vena Rojo Somorrostro
UNA estructura de elevada envergadura exige una atención de altura. Una decena de escaladores de la Cooperativa Asaken especializada en trabajos verticales pintó ayer los cables de anclaje de las torres que unen los 160 metros de longitud del transbordador de Bizkaia entre Getxo y Portugalete, en la parte localizada en el barrio getxotarra de Las Arenas.
Provistos de hamacas especiales que impedían el vertido de gotas de pintura al suelo o al agua, así como de unas manoplas especiales ideadas de manera expresa para pintar los cables del Puente Colgante, permanecieron colgados de los arneses tipo hamacas por espacio de nueve horas y media, empleándose a fondo en las labores de pintura. Esto es, sin apenas descansar y darse un respiro, estuvieron volando por el cielo desde las 8.00 hasta las 17.30 horas de ayer, dejando totalmente concluida la pintura de los cables que sostienen la estructura en Getxo.
Provistos de hamacas especiales que impedían el vertido de gotas de pintura al suelo o al agua, así como de unas manoplas especiales ideadas de manera expresa para pintar los cables del Puente Colgante, permanecieron colgados de los arneses tipo hamacas por espacio de nueve horas y media, empleándose a fondo en las labores de pintura. Esto es, sin apenas descansar y darse un respiro, estuvieron volando por el cielo desde las 8.00 hasta las 17.30 horas de ayer, dejando totalmente concluida la pintura de los cables que sostienen la estructura en Getxo.
El próximo lunes, si la climatología lo permite, pues la labor exige unas condiciones meteorológicas concretas que favorezcan una escalada por el cableado, procederán a pintar los cables localizados en Portugalete. Y nuevamente, los 10 escaladores se colgarán de forma simultánea, dotados, una vez más, de todas las medidas de seguridad necesarias (arneses, vías de vida...).
proyecto concluido "Estos trabajos suponen culminar el pintado total del Puente Colgante. Así, lucirá el color Vena Rojo Somorrostro también en sus cables tensores. Por tratarse de una labor que conlleva cierta dificultad, hemos contratado a una empresa especializada en trabajos verticales, que está compuesta por escaladores con mucha experiencia en el campo", declaró ayer el director de relaciones institucionales del Puente Colgante, José Antonio Dolara.
El responsable de la promoción del transbordador también matizó que "en total, se van a utilizar 150 kilos de pintura para los cables de las torres de Getxo y de Portugalete, que hay que sumar a los 4.500 kilos de pintura que ya se han utilizado para pintar la estructura del puente". Para fijar su estructura, el puente emplea 8 cables de sustentación de acero (4 por cada lado) fijados en bloques de cimentación sitos en los dos extremos de la estructura (en Portugalete y en Getxo), a unos 110 metros de distancia de las torres.
Convertido en paisaje urbano, el Puente Colgante de Bizkaia permanecía ayer erguido con sus 45 metros de altura en cada pilar mientras los pintores-escaladores embellecían los cables del mismo color del resto de la armadura del transbordador. Los turistas se agolpaban a los alrededores del viaducto sorprendidos por su actividad, en unos casos, y consternados, en otros.
La mayoría se preguntaba si no sería parte de alguna actividad turística. Y muchos mostraban su curiosidad en varios idiomas. Una pareja de británicos miraba con cara de estupefacción al cielo mientras se preguntaba la razón que movía a esas personas a colgarse del trazado. Cuando se les intentaba explicar el motivo de su escalada, permanecían con la misma cara de asombro. No es de extrañar porque durante las primeras horas de las obras, el sol miraba de frente e impedía advertir el nuevo color que empezaba a teñir el cielo, así como el conjunto del cableado.
A última hora, y gracias a la insistencia de los pintores-escaladores, que dieron varias capas de pintura, a la vez que demostraban ser muy exquisitos con su trabajo, se pudo ir descubriendo el nuevo color Vena Rojo Somorrostro, similar al de resto de la estructura metálica que compone el transbordador de Bizkaia.
La verdad es que la intención de los operarios distaba bastante de convertirse en un entretenimiento de los turistas, pero al final, incluso se alegraron de haber proporcionado momentos de alegría a los curiosos, como uno de los pintores señaló al finalizar su jornada laboral. La impresión generalizada del conjunto de pintores-escaladores fue de satisfacción del deber cumplido, que no les había ocasionado ningún problema extraordinario y les había permitido concluir el trabajo durante las horas del día con más luz.
único en activo El que fuera el primer puente transbordador de estructura metálica construido en el mundo y hoy es el único que sigue en activo, se convirtió nuevamente en protagonista de la jornada, cuando apenas había mediado un mes desde la inauguración oficial de su reforma protagonizada por el ministro de Fomento, José Blanco, tras una inversión de 1,8 millones de euros. Y su atractivo está siempre más que justificado. Por algo la Unesco lo incorporó como Patrimonio de la Humanidad el 13 de julio de 2006. ¿La razón que le movió a concederle tal merecimiento? Su "excepcional expresión de creatividad técnica", por citar uno de sus atributos.
Pese a su gran pasado, que data de 1893, que coincide con el apogeo de la revolución industrial, la estructura siempre se ha caracterizado por su innovador diseño, que le hace merecedora de ser uno de los reclamos turísticos de Bizkaia por excelencia y la pone a la altura de estructuras de la talla y universalidad de la Torre Eiffel. No es para menos, pues a sus pies ha corrido veloz la historia desde su construcción hace 120 años. Además, durante décadas ha sido el único representante del patrimonio monumental de Bizkaia, que ahora comparte con el Museo Guggenheim.
El objetivo que se perseguía al construir el Puente de Bizkaia era unir las dos márgenes de la desembocadura del Nerbioi sin entorpecer la navegación. El diseño fue obra de Alberto Palacio y Elissague, conocido también por su participación en la construcción del Palacio de Cristal del Parque del Retiro, en Madrid. El ingeniero francés Ferdinand Joseph Arnodin se hizo cargo de la construcción de la obra, y el empresario textil bilbaino Santos López de Letona fue el principal valedor y financiador del proyecto. Si la meteorología está a su favor, el Puente Bizkaia finalizará su remodelación más importante del último siglo el próximo lunes. La estructura metálica ha sido remozada y pintada de color Vena Rojo Somorrostro, el color elegido por los usuarios y por los expertos de cara a renovar la imagen del Puente.
proyecto concluido "Estos trabajos suponen culminar el pintado total del Puente Colgante. Así, lucirá el color Vena Rojo Somorrostro también en sus cables tensores. Por tratarse de una labor que conlleva cierta dificultad, hemos contratado a una empresa especializada en trabajos verticales, que está compuesta por escaladores con mucha experiencia en el campo", declaró ayer el director de relaciones institucionales del Puente Colgante, José Antonio Dolara.
El responsable de la promoción del transbordador también matizó que "en total, se van a utilizar 150 kilos de pintura para los cables de las torres de Getxo y de Portugalete, que hay que sumar a los 4.500 kilos de pintura que ya se han utilizado para pintar la estructura del puente". Para fijar su estructura, el puente emplea 8 cables de sustentación de acero (4 por cada lado) fijados en bloques de cimentación sitos en los dos extremos de la estructura (en Portugalete y en Getxo), a unos 110 metros de distancia de las torres.
Convertido en paisaje urbano, el Puente Colgante de Bizkaia permanecía ayer erguido con sus 45 metros de altura en cada pilar mientras los pintores-escaladores embellecían los cables del mismo color del resto de la armadura del transbordador. Los turistas se agolpaban a los alrededores del viaducto sorprendidos por su actividad, en unos casos, y consternados, en otros.
La mayoría se preguntaba si no sería parte de alguna actividad turística. Y muchos mostraban su curiosidad en varios idiomas. Una pareja de británicos miraba con cara de estupefacción al cielo mientras se preguntaba la razón que movía a esas personas a colgarse del trazado. Cuando se les intentaba explicar el motivo de su escalada, permanecían con la misma cara de asombro. No es de extrañar porque durante las primeras horas de las obras, el sol miraba de frente e impedía advertir el nuevo color que empezaba a teñir el cielo, así como el conjunto del cableado.
A última hora, y gracias a la insistencia de los pintores-escaladores, que dieron varias capas de pintura, a la vez que demostraban ser muy exquisitos con su trabajo, se pudo ir descubriendo el nuevo color Vena Rojo Somorrostro, similar al de resto de la estructura metálica que compone el transbordador de Bizkaia.
La verdad es que la intención de los operarios distaba bastante de convertirse en un entretenimiento de los turistas, pero al final, incluso se alegraron de haber proporcionado momentos de alegría a los curiosos, como uno de los pintores señaló al finalizar su jornada laboral. La impresión generalizada del conjunto de pintores-escaladores fue de satisfacción del deber cumplido, que no les había ocasionado ningún problema extraordinario y les había permitido concluir el trabajo durante las horas del día con más luz.
único en activo El que fuera el primer puente transbordador de estructura metálica construido en el mundo y hoy es el único que sigue en activo, se convirtió nuevamente en protagonista de la jornada, cuando apenas había mediado un mes desde la inauguración oficial de su reforma protagonizada por el ministro de Fomento, José Blanco, tras una inversión de 1,8 millones de euros. Y su atractivo está siempre más que justificado. Por algo la Unesco lo incorporó como Patrimonio de la Humanidad el 13 de julio de 2006. ¿La razón que le movió a concederle tal merecimiento? Su "excepcional expresión de creatividad técnica", por citar uno de sus atributos.
Pese a su gran pasado, que data de 1893, que coincide con el apogeo de la revolución industrial, la estructura siempre se ha caracterizado por su innovador diseño, que le hace merecedora de ser uno de los reclamos turísticos de Bizkaia por excelencia y la pone a la altura de estructuras de la talla y universalidad de la Torre Eiffel. No es para menos, pues a sus pies ha corrido veloz la historia desde su construcción hace 120 años. Además, durante décadas ha sido el único representante del patrimonio monumental de Bizkaia, que ahora comparte con el Museo Guggenheim.
El objetivo que se perseguía al construir el Puente de Bizkaia era unir las dos márgenes de la desembocadura del Nerbioi sin entorpecer la navegación. El diseño fue obra de Alberto Palacio y Elissague, conocido también por su participación en la construcción del Palacio de Cristal del Parque del Retiro, en Madrid. El ingeniero francés Ferdinand Joseph Arnodin se hizo cargo de la construcción de la obra, y el empresario textil bilbaino Santos López de Letona fue el principal valedor y financiador del proyecto. Si la meteorología está a su favor, el Puente Bizkaia finalizará su remodelación más importante del último siglo el próximo lunes. La estructura metálica ha sido remozada y pintada de color Vena Rojo Somorrostro, el color elegido por los usuarios y por los expertos de cara a renovar la imagen del Puente.
Fuente: deia
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