La instalación de elevadores se dispara con 18 nuevas unidades en el Bilbao Metropolitano este año.
En Santurtzi, se ha salvado con ascensores el desnivel entre Santa Eulalia y Antonio Alzaga. (J.M.M.)
Los ascensores se han convertido en la principal baza de los Ayuntamientos para eliminar las barreras arquitectónicas. Los elevadores han permitido a las administraciones municipales intensificar este año sus políticas de accesibilidad urbana con una ofensiva en toda regla que se ha saldado con la apertura de 18 nuevas unidades en el área metropolitana de Bilbao, repartidas en seis de las principales localidades. Además, están previstas tres nuevas unidades en Santurtzi y Basauri.
El elevador ha pasado a ser una de las sensaciones de la calle a desplazar al resto de accesos mecánicos como solución para las personas de movilidad reducida. Este fenómeno coincide en el tiempo con el descrédito de las escaleras mecánicas, en entredicho tras las denuncias interpuestas a finales de 2010 por la Federación Vizcaina de Personas con Discapacidad contra dos instalaciones del barrio de la Inmaculada, en Cruces, y de la calle Miguel Servet, de Sestao.
"Las escaleras incumplen la ley porque no ofrecen los mayores criterios de accesibilidad. Estos elementos suponen una solución de hace 40 años, cuando los grandes establecimientos comerciales ya advertían de la imposibilidad para ser usados por carritos de niños", señala Guillermo Treku, abogado de la Federación de Personas con Discapacidad, Fekoor. Este letrado descarta las escaleras y las rampas mecánicas por su reducida eficacia. "No dan servicio a toda la población al dejar de lado la silla de ruedas y no facilitar la bajada. Además, son resbaladizas porque están a la intemperie", señala. Este responsable aboga por la alternativa de los elevadores para anticiparse al envejecimiento de la población. "El Ararteko advierte en un informe de que, en 15 años, los problemas de movilidad van a aumentar porque el 40% de la sociedad vasca va a superar los 70 años", recalca.
Treku reconoce que las dos denuncias no han pasado inadvertidas y han influido en el cambio de rumbo de las políticas de accesibilidad local. De hecho, desvela que Barakaldo, uno de los dos municipios involucrados en el recurso, rectificó el pasado febrero el acceso previsto entre los barrios de Larrea y Rontegi, sustituyendo las escaleras mecánicas por ascensores.
El Ayuntamiento de Erandio también dio marcha atrás en la mejora de los accesos a la estación del metro de Astrabudua después de mantener reuniones técnicas con Fekoor. Las escaleras volvieron a caerse del proyecto diseñado para facilitar el tránsito hacia el barrio. Finalmente, desde marzo, dos ascensores acercan el metro al casco urbano superando un desnivel de 10 metros.
Treku aprecia un cambio de actitud en los Ayuntamientos que se refleja en un mayor clima de colaboración. "Ahora, la mayoría de los municipios medianos y grandes de Bizkaia nos consulta antes de hacer una obra de accesibilidad", celebra.
El abogado de la federación señala como modelo a Bilbao, Santurtzi y Getxo, que han oficializado su colaboración a través de comisiones de trabajo. Los tres municipios son referentes de la accesibilidad convirtiendo los ascensores en una de sus banderas.
La capital vizcaina prioriza este elemento desde hace más de seis años. Sin embargo, en los últimos meses también se ha sumado a la oleada de aperturas con la inauguración de cinco nuevas unidades. De hecho, desde hace dos años Bilbao ha potenciado este recurso con la puesta en servicio de la mitad de los ascensores que actualmente están disponibles en sus calles.
El Ayuntamiento bilbaino constata la eficacia de este recurso tras comprobar que su uso le convierte en el mayor medio de transporte público de la ciudad. "Al cabo de un mes, más de medio millón de personas utilizan los ascensores de Bilbao, incluyendo el funicular de Artxanda", destaca José Luis Sabas, concejal de Obras y Servicios.
La apuesta de Bilbao se traduce en una inversión de 18 millones de euros en los últimos cuatro años, a lo que se suma el gasto de mantenimiento, que asciende a 70.000 euros anuales por cada unidad. A este respecto, Sabas apela al servicio social de los elevadores. "Los instalaremos siempre que sea factible porque han mejorado drásticamente la accesibilidad de los barrios, conectando puntos de transporte como las paradas de metro o autobús", señala el concejal.
Santurtzi se ha convertido en apenas una legislatura en uno de los referentes de la accesibilidad urbana de Bizkaia. De hecho, esta localidad cuenta desde el pasado febrero con uno de los complejos más ambiciosos que, con una inversión que se eleva hasta los tres millones, supera un desnivel de 40 metros entre las calles Santa Eulalia y Antonio Alzaga.
El Ayuntamiento ha implantado un sistema combinado de cuatro ascensores y escaleras mecánicas para atender a una población de 12.000 personas. El alcalde, Ricardo Ituarte, recordaba en la inauguración la importancia de este servicio en un vecindario envejecido y condicionado por numerosas escaleras y desniveles. "Para nosotros era fundamental porque suponía cumplir un compromiso. Es un barrio que cada vez tiene más gente de edad avanzada y muchos no salían de casa", señalaba.
En Eskuinaldea, Getxo ha hecho los deberes este año para actualizar la accesibilidad local. El Ayuntamiento inauguró el pasado mayo un nuevo tramo accesible con la implantación de tres ascensores para conectar la zona baja de Algorta con el centro de salud de Alango. La medida, con una inversión de 1,58 millones, da servicio directo a 7.000 vecinos del barrio.
Fuente: Deia
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El elevador ha pasado a ser una de las sensaciones de la calle a desplazar al resto de accesos mecánicos como solución para las personas de movilidad reducida. Este fenómeno coincide en el tiempo con el descrédito de las escaleras mecánicas, en entredicho tras las denuncias interpuestas a finales de 2010 por la Federación Vizcaina de Personas con Discapacidad contra dos instalaciones del barrio de la Inmaculada, en Cruces, y de la calle Miguel Servet, de Sestao.
"Las escaleras incumplen la ley porque no ofrecen los mayores criterios de accesibilidad. Estos elementos suponen una solución de hace 40 años, cuando los grandes establecimientos comerciales ya advertían de la imposibilidad para ser usados por carritos de niños", señala Guillermo Treku, abogado de la Federación de Personas con Discapacidad, Fekoor. Este letrado descarta las escaleras y las rampas mecánicas por su reducida eficacia. "No dan servicio a toda la población al dejar de lado la silla de ruedas y no facilitar la bajada. Además, son resbaladizas porque están a la intemperie", señala. Este responsable aboga por la alternativa de los elevadores para anticiparse al envejecimiento de la población. "El Ararteko advierte en un informe de que, en 15 años, los problemas de movilidad van a aumentar porque el 40% de la sociedad vasca va a superar los 70 años", recalca.
Treku reconoce que las dos denuncias no han pasado inadvertidas y han influido en el cambio de rumbo de las políticas de accesibilidad local. De hecho, desvela que Barakaldo, uno de los dos municipios involucrados en el recurso, rectificó el pasado febrero el acceso previsto entre los barrios de Larrea y Rontegi, sustituyendo las escaleras mecánicas por ascensores.
El Ayuntamiento de Erandio también dio marcha atrás en la mejora de los accesos a la estación del metro de Astrabudua después de mantener reuniones técnicas con Fekoor. Las escaleras volvieron a caerse del proyecto diseñado para facilitar el tránsito hacia el barrio. Finalmente, desde marzo, dos ascensores acercan el metro al casco urbano superando un desnivel de 10 metros.
Treku aprecia un cambio de actitud en los Ayuntamientos que se refleja en un mayor clima de colaboración. "Ahora, la mayoría de los municipios medianos y grandes de Bizkaia nos consulta antes de hacer una obra de accesibilidad", celebra.
El abogado de la federación señala como modelo a Bilbao, Santurtzi y Getxo, que han oficializado su colaboración a través de comisiones de trabajo. Los tres municipios son referentes de la accesibilidad convirtiendo los ascensores en una de sus banderas.
La capital vizcaina prioriza este elemento desde hace más de seis años. Sin embargo, en los últimos meses también se ha sumado a la oleada de aperturas con la inauguración de cinco nuevas unidades. De hecho, desde hace dos años Bilbao ha potenciado este recurso con la puesta en servicio de la mitad de los ascensores que actualmente están disponibles en sus calles.
El Ayuntamiento bilbaino constata la eficacia de este recurso tras comprobar que su uso le convierte en el mayor medio de transporte público de la ciudad. "Al cabo de un mes, más de medio millón de personas utilizan los ascensores de Bilbao, incluyendo el funicular de Artxanda", destaca José Luis Sabas, concejal de Obras y Servicios.
La apuesta de Bilbao se traduce en una inversión de 18 millones de euros en los últimos cuatro años, a lo que se suma el gasto de mantenimiento, que asciende a 70.000 euros anuales por cada unidad. A este respecto, Sabas apela al servicio social de los elevadores. "Los instalaremos siempre que sea factible porque han mejorado drásticamente la accesibilidad de los barrios, conectando puntos de transporte como las paradas de metro o autobús", señala el concejal.
Santurtzi se ha convertido en apenas una legislatura en uno de los referentes de la accesibilidad urbana de Bizkaia. De hecho, esta localidad cuenta desde el pasado febrero con uno de los complejos más ambiciosos que, con una inversión que se eleva hasta los tres millones, supera un desnivel de 40 metros entre las calles Santa Eulalia y Antonio Alzaga.
El Ayuntamiento ha implantado un sistema combinado de cuatro ascensores y escaleras mecánicas para atender a una población de 12.000 personas. El alcalde, Ricardo Ituarte, recordaba en la inauguración la importancia de este servicio en un vecindario envejecido y condicionado por numerosas escaleras y desniveles. "Para nosotros era fundamental porque suponía cumplir un compromiso. Es un barrio que cada vez tiene más gente de edad avanzada y muchos no salían de casa", señalaba.
En Eskuinaldea, Getxo ha hecho los deberes este año para actualizar la accesibilidad local. El Ayuntamiento inauguró el pasado mayo un nuevo tramo accesible con la implantación de tres ascensores para conectar la zona baja de Algorta con el centro de salud de Alango. La medida, con una inversión de 1,58 millones, da servicio directo a 7.000 vecinos del barrio.
Fuente: Deia
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